¿Te apetece probar un bistronómico franco-español en Madrid? Ve a Tonton
- une parisienne à Madrid
- 10 jun
- 3 Min. de lectura
Barrio: Chamberí Dirreción : Calle de Jordán, 7
Situado al lado del metro Quevedo, Tonton está a punto de celebrar su primer año de apertura. Fue creado por la chef Alice Reydet junto con sus socios Bosco Suárez de Puga y Arnaud Bernard.
Tuve la oportunidad de ir por primera vez una noche en la que intercambiaron equipos con el restaurante "Vivant", ubicado en el distrito 10 de París — que me encanta — y fue un verdadero placer poder degustar su cocina en Madrid.
Así que tenía que volver para probar la cocina de la chef Alice Reydet, y la verdad es que también me encantó.
En sus platos encuentro todo lo que me gusta de los bistronómicos parisinos: una verdadera creatividad, una reinterpretación de los clásicos con una técnica culinaria impecable, buscando siempre resaltar lo mejor de cada producto.
Todo eso en una antigua nave con vigas de madera y un techo altísimo. ¡Uno no se espera para nada encontrar este tipo de edificio en Madrid!
Para empezar, ¡muy buenos cócteles! Probamos el Curioso y el Lúcido, y nos encantó la originalidad de ambas recetas.
Luego pedimos varios platos para compartir, en los que se puede apreciar siempre una gran técnica y ese pequeño giro personal que la chef sabe aportar en cada caso.
Alice Reydet ha pasado por casas de gran prestigio: con los hermanos Roca en El Celler de Can Roca en Girona, en el Espacio Alain Ducasse del Plaza Athénée, y una experiencia que sin duda ha marcado su cocina: su paso por Septime, institución parisina considerada uno de los mejores bistronómicos de la capital — y no solo de la capital, ya que figura en la lista de los 50 Best Restaurants del mundo.
Empezamos con el tarama de maruca con aceite de oliva picante: es sedoso, con un auténtico sabor a mar, y el toque genial es ese pequeño aceite picante que además le da un color precioso.
Su versión de las patatas bravas es una locura, con una salsa de gouda y pimentón absolutamente escandalosa de lo buena que está.
Un ceviche de pez limón muy bonito, con pomelo rosa y alcaparras, lleno de frescura.
Su tartar de carne con patatas paja está delicioso, el aliño de la carne es increíble… ¡desapareció en 2 minutos! :)
La stracciatella con verduras de primavera, acompañada de unos pequeños boquerones que aportan una salinidad interesante.
El atún rojo, súper tierno, y lo que marca la diferencia aquí es la combinación mar y montaña con unas lonchas finísimas de lardo de Colonnata. Una delicia.
Pero el gran flechazo fue la berenjena: tan tierna, con una salsa… ¡pero qué salsa! De miso y mantequilla noisette, que se saborea hasta la última gota del plato. A todos nos encantó, es un plato de verdad excepcional.
En cuanto a los postres, la chef va directa a lo esencial con propuestas sencillas y reconfortantes: una mousse de chocolate con aceite de oliva y una galleta de avellanas y arándanos.
Un último punto fuerte, que no es menor: el servicio. Es extraordinario. No lo he visto muchas veces en Madrid, y es algo que también me encanta de los bistronómicos parisinos: esa mezcla de cercanía y profesionalismo gastronómico.
No es un ejercicio fácil, y no es sencillo encontrar un equipo capaz de lograr ese equilibrio.
Presupuesto: 50 €/persona con bebidas incluidas. La relación calidad-precio es excelente.
¡Espero que este restaurante os dé tanto placer como a mí!
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