¿Te apetece descubrir una cocina mediterránea ligera y equilibrada? ¡Ve a conocer Ita!

He inaugurado mi nueva colaboración con Le Petit Journal con este artículo sobre el restaurante Ita, situado junto al metro Diego de León (Calle General Oráa, 42), en el barrio de Salamanca, así que es totalmente normal que también comparta con vosotros este bonito flechazo!

Me encanta la zona del bar, súper acogedora; da la sensación de estar en casa de Mariela y William, que hicieron realidad su sueño al crear este restaurante tras una reconversión profesional en cocina y enología.

William está en la sala, para aconsejarnos sobre el vino, y nos recibió con una amabilidad enorme; estuvo pendiente de todo, transmitiendo una verdadera alegría por recibirnos.

En Ita uno se siente muy a gusto: el ambiente es tranquilo y acogedor, con una decoración que mezcla piedra y blanco mediterráneo en las paredes, y un toque de cobre rosado en la barra que añade un punto de sofisticación.

¿Y qué encontramos en el menú de Ita?

Una cocina mediterránea ligera, centrada en las verduras (procedentes de pequeños productores) y llena de sabor. Da gusto tener este tipo de restaurante en Madrid, donde las cartas suelen ser más “potentes” en calorías :)

¡Pero ojo! Eso no significa que no haya también mucho placer para el paladar.

De entrante, tomamos unas patatas con hierbas y huevo.

Un huevito mollet delicadamente colocado sobre esas patatas, muy bien aliñadas con alcaparras y muchas hierbas… ¡nada que ver con la clásica ensaladilla rusa! :)

Después probamos los raviolis de calabaza, scamorza, ricotta y pistacho: una delicia. Este tipo de plato puede parecer sencillo, pero requiere mucha técnica, y Mariela lo borda.

No cometáis el mismo error que nosotros: ¡no compartáis! Porque dan ganas de comerse el plato entero :)

Y en cuanto a los postres, nada de complicaciones, como en casa: puedes elegir entre un flan aromatizado con romero y naranja, una crema de limón o una mousse de chocolate al 70 %.

Nos dejamos tentar por el chocolate, y no hay nada que decir: sí, es sencillo, pero está bien hecho y es ligero.

En cuanto al precio, hay que contar unos 50 €/persona sin el vino.

Espero que este artículo os haya convencido para ir a probar este encantador restaurante, llevado por una pareja que transmite su felicidad de acoger.

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